NATURA DIRECTO: Trajín de ardillas

9/11/2015. Pelirrojos trapecistas de poblada cola zorruna, van y vienen las ardillas por los bosques de noviembre, preparándose para el invierno. No queda rincón del suelo o la arboleda sin explorar. Colectan piñas, bellotas, nueces, avellanas... que consumen al momento o en sus peculiares "talleres", que acumulan, a veces, gran cantidad de roeduras. Otra parte del botín termina en las despensas, repartidas por toda el área de campeo: en huecos de árboles o del suelo, bajo el manto de hojarasca o en los mismos nidos o refugios de invierno. De muchas de ellas se olvidarán, de modo que algunos de los frutos escondidos en el suelo ─excepto la mayoría de bellotas, cuyo germen fue roído previsoramente intentando que no se les "echen a perder"─ germinarán con la primavera, contribuyendo a expandir el bosque. Es así, la ardilla, una de esas especies de nuestra fauna creadoras de su propio hábitat. Entretanto, y mientras se suceden aún las carreras para tratar de "animar" a independizarse a las crías rezagadas de la última camada, también refuerzan sus nidos de palos de las copas de los árboles y el mullido colchón de sus camas, situadas en aquellos y en los refugios interiores de los troncos viejos.
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